Fin del conflicto entre Colombia y Venezuela : las nuevas relaciones entre Santos y Chavez 2011

Post de opinión geopolítica

Resumen

El nuevo rumbo en materia de política internacional del gobierno de Juan Manuel Santos ha sido clave para reencausar las relaciones entre Colombia y Venezuela y consolidar a la el proceso de integración regional de los países suramericanos sellado en el Acuerdo de Santa Marta en agosto del 2010.  
Finalmente y para confirmar el  buen momento de las relaciones entre los gobiernos de Venezuela y Colombia y ratificar a la vez el proyecto suramericano de terminar con las guerrillas armadas, el presidente Santos  (Londres ,noviembre 2011) afirmó que ya está acordada (con su hómologo venezolano) la captura por parte del gobierno bolivariano, de cualquier foco guerrillero en el que pudiese encontrarse "timochenko" u otros jefes de importancia,  si se llegara a comprobar su presencia en territorio venezolano.    

Es real, el conflicto entre Venezuela y Colombia se había acentuado en razón de las graves acusaciones del ex presidente Dr. Álvaro Uribe ante la comunidad internacional respecto de las supuestas relaciones existentes entre el gobierno venezolano de Hugo  Chavez y la guerrilla colombianas de las FARC. Pero varios son los factores que influyen a la hora de anular cualquier tipo de posibilidad de conflicto entre ambos países. Entre ellos, el giro de 180 grados que ha dado el gobierno colombiano en materia de relaciones internacionales con el resto del continente latinoamericano desde la toma del poder por vías democráticas de su ahora flamante presidente: Dr. Juan Manuel Santos.
Justo es reconocer que no es la primera escalada de este conflicto entre estos dos países latinoamericanos. Sin embargo, la mayoría de los especialistas en geopolítica latinoamericana lo habían anticipado, la guerra entre Colombia y Venezuela no se encuentra cerca.

"A ningún país latinoamericano le conviene esta guerra. La coyuntura internacional socio-económica es demasiado buena como para andar ahuyentando los inversores en el continente" deja deslizar un diplomático brasilero".

Otro argumento ue ha favorecido el freno a la escalada del conflicto bélico, es que además en caso de guerra, Estados Unidos entraría como aliado de Colombia y Rusia como el de Venezuela, un importante obstáculo para el estado de hermandad internacional que viven actualmente las administraciones de Obama y de Medvedev.

"La nueva era exige que los intereses regionales superen las divisiones ideológicas de sus países miembros. Venezuela y Colombia deben respetar cada uno las decisiones populares de los pueblos  y cooperar conjuntamente en pos del bien del continente" me valida un funcionario de cancillería argentina.   

La resolución pacífica del conflicto además de constituir un éxito personal de Nestor Kirchner, secretario general de la UNASUR, resulta sin duda una prueba de maduración de este nuevo bloque regional, habiendo logrado resolver la disputa dentro del marco continental, sin intervención alguna de potencias extranjeras como ser la OEA,  Organización de los Estados Americanos.

Como lo han ratificado recientemente en el acuerdo de Santa Marta (Venezuela) a través de sus máximas autoridades Hugo Chávez y Juan Manuel Santos, Colombia y Venezuela deben de redoblar los esfuerzos para lograr armonía y estabilidad regional.  El Brasil de Lula marca  el camino, Obama no parece ser el enemigo, sino más bien un aliado, aunque por ahora los hechos indiquen mas bien lo contrario  

A pesar del retraso que arastra nuestro continente en materia de consolidación  de integración regional, las posibilidades  latinoamericanas  son tan o más posibles que las de sus pares europeos.

La historia europea al ser más antigua, parecería más fraccionada y, en consecuencia mucho más difícil de concretarse debido en parte a las distintas realidades socio-económicas que la consitutyen.

En cambio, la historia de los países de América Latina posee muchos más puntos de encuentros que los de sus pares europeos;  podrían resumirse de la siguiente manera: raíces indígenas, período de colonización española (y portuguesa en el caso de Uruguay y Brasil), esclavitud (fuerte cultura africana en algunos países), periodo de pseudo independencia durante el siglo XIX y gran injerencia de los Estados Unidos durante el siglo XX.
  
Las voces de los ancianos parecen susurrar que éste es nuestro momento, el de América Latina, que no hay que dejarse dividir por nuestras ideologías occidentales, la región latinoamericana pisa cada vez más fuerte.