Geopolítica de la Seguridad ¿Qué es la Conferencia o cumbre de Seguridad? por Damián Jacubovich

Este año entre el 12 y el 14 de febrero del 2016 se realizó en Munich Alemania la Cumbre conferencia N° 52 de Seguridad. Este tipo de conferencia es a menudo comparada por los geopolitólogos como el foro de Davos Económicos pero volcado en la Seguridad. En esta última conferencia participaron 550 expertos y políticos del más alto nivel (presidentes, cancilleres y ministros de Defensa, representantes de la UE de la OTAN y de la AIEA) que debaten sobre los conflictos actuales del planeta con el objetivo de poder acrecentar la paz y la estabilidad en el mundo.
También la cumbre resulta un buen pretexto para realizar negocios armamentísticos. Recordemos que la industria del armamento es junto con la del narcotráfico las industrias que más mueven dinero en el mundo. Y el ser humano ha construido un sistema en el que el negocio más rentable es la guerra, así e necia es la humanidad.  

Ver video sobre las conclusiones de la última Conferencia de Munich por el geopolitólogo y analista internacional Damián Jacubovich

Tensión entre Occidente y Rusia


 

Damián Jacubovich analista internacional y geopolitólogo argentino
 

Las relaciones internacionales entre Rusia y Estados Unidos luego de la Conferencia de Múnich ¿Nueva guerra fría?

 Por Damián Jacubovich geopolitólogo y analista internacional
 
Tuvo que haber una llamada telefónica del propio presidente Barak Obama a su homólogo ruso Vladímir Putin este domingo 14 de febrero para calmar unas aguas que se estaban poniendo de lo más turbulentas en materia de relaciones internacionales entre Occidente y Rusia. Frente al desastre diplomático que se estaba gestando luego de unas fuertísimas acusaciones que volaron de un bando al otro el día anterior durante la Conferencia de Seguridad desarrollada en Múnich, la llamada entre ambos mandatarios sirvió para poner paños frío sobre diversas cuestiones como la crisis de Ucrania; pero sobre todo para tratar de llegar a un acuerdo entre las dos potencias respecto del tema candente de la guerra en Siria. Luego del intercambio telefónico, Vladimir Putin anunció un acuerdo verbal en el asunto sirio con la necesidad de "crear un frente antiterrorista único renunciando a los dobles patrones”.
 
El día anterior, la frase en boca del Primer ministro ruso Dimitri Medvedev había sacudido los pilares del statu-quo geopolítico actual: La política de la OTAN hacia Rusia es poco amistosa y terca. Para ser sinceros, nos estamos desplazando rápidamente a un periodo de una nueva guerra fría”
 
Durante la conferencia de Múnich,  el intercambio entre los dirigentes rusos y occidentales venía cada vez más subido de tono. Dicha conferencia fue eje de varios temas geopolíticos “picantes”: Ucrania, la crisis migratoria, el conflicto sirio…Las asperezas esgrimidas entre el bloque ruso y Occidente durante el encuentro sobre todo respecto de Siria hace planear un mar de dudas respecto a la posibilidad de lograr un acuerdo de cese el fuego en Siria.
Las declaraciones del actual primer ministro ruso Dimitri Medvedev no dejaban muchas esperanzas en ese sentido al afirmar « el panorama se ve más oscuro que en 2007. Durante su discurso en la conferencia D. Medvedev tampoco anduvo con vueltas a la hora de señalar la responsabilidad occidental frente a la escalada del terrorismo, la crisis migratoria, la crisis ucraniana y las primaveras árabes con las “infructuosas tentativas de querer imponer una democracia global a la occidental”. Y agregó una alerta más que importante para Occidente respecto de una crisis que aún no figuraba en sus radares pero no tardará en hacerlo: Moldavia en dónde el ejército ruso aún sigue presente.
 
Pero es sobre todo respecto del conflicto sirio que Occidente y Rusia tienen hoy sus mayores diferencias, y esas diferencias tienen nombre y apellido: Bashar al-Asad, el presidente sirio. Occidente desea un acuerdo del que no forme parte el actual gobernante de Siria, mientras que para Rusia, Bashar al-Asad debe sí o sí ser incluido en la negociación.  No es que Rusia (al igual que China)  sea particularmente adepta al régimen sirio de Bashar Al Assad, sino más bien  que el gobierno de Vladímir Putin no desea que suceda con Siria lo que con Libia,  es decir que se produzca un “basculamiento” sirio a manos de Occidente, ni que tampoco se produzca un caos regional como el significó la “decapitación” del régimen de Muamar El Gadafi.

Respecto al reclamo occidental materializado por los oradores franceses y estadounidenses que exigen a Rusia el detener los bombardeos a civiles y a la oposición moderada en Siria, D. Medvedev respondió desmintiendo categóricamente que su país tenga civiles como objetivos : « No existe prueba alguna »  aseguró el primer ministro ruso. Por su parte el ministro de relaciones exteriores ruso M. Lavrov fue todavía más lejos « todo esto significa que los Estados Unidos no detendrán sus disparos aéreos pero Rusia sí debería hacerlo. Es lamentable; pero esto significa que este acuerdo de Múnich será imposible de poner en práctica y esto será culpa de los Americanos »


Geopolítica de China en Medio Oriente

Por Damián Jacubovich, geopolitólogo y analista internacional 

Lo primero para recalcar es que existe un interés creciente de China por Medio Oriente en dónde el gobierno de Pekín está desarrollando en esta región una estrategia económica y comercial para incrementar su influencia diplomática, consciente por un lado de la importancia de la región en su búsqueda más global de poderío en geopolítica mundial y recordando  su necesidad de abastecimiento energético.
Lo otro que no podemos dejar de mencionar, es el espacio vacío dejado por Occidente en general y Estados Unidos en particular en esta región. 

Iremos abordando distintos temas que hacen a la geopolítica de China en Medio Oriente, pero uno de los aspectos positivos que favorecen el crecimiento de la influencia china en Medio Oriente sobre todo, es su política de no injerencia en los asuntos de política interna de los países. 

La necesidad energética de China
Tema fundamental, talón de Aquiles de la futura primera economía del mundo. Es importante tener en cuenta que en 2017, China se convirtió oficialmente en el 1er importador de petroleo del mundo, esta situación son testimonio de las necesidades desenfrenadas d país en materia de hidrocarburos, con el objeto de hacer funcionar su economía así como su impresionante producción industrial. 
Teniendo en cuenta, las reservas colosales en materia de hidrocarburos que posee la región de Medio Oriente debajo de su suelo, no es de extrañar el interés cada vez mayor de China. No sorprende a nadie que sea en esta región del mundo, en dónde las importaciones chinas de petróleo y de gas más aumentaron. Y es interesante, subrayar el hecho que China ha tomado buen recaudado en diversificar sus proveedores tanto del chiismo (Irak e Iran) como del sunismo (Arabia Saudita y Qatar). 


China y las nuevas rutas de la Seda
Pero atención, con limitar o asociar los vínculos que teje China con Medio Oriente exclusivamente por las necesidades energéticas. Ya no es secreto, desde 2013 Xi Chin Ping, presidente Chino lo oficializó: China pretende extender su tela económica por el mundo con el objeto de imponerse en un horizonte de 3 décadas como la primera potencia mundial. Dicho proyecto de extensión ha sido bautizado como la nueva ruta de la seda. 
Desde el anuncio del proyecto de las nuevas rutas de la seda por Xi Jinping, la politica extranjeras de China es objeto de numerosos fantasmas, fantasías a menudo etiqueteando el proyecto chino de imperialista o neocolonialista por algunos sectores occidentales. Una vez más el muerto parecería reírse del degollado. A nivel histórico, la Ruta de la Seda era una red de rutas comerciales que unian China y el extremo oriente al Medio Oriente y a Europa. Fue establecida por la dinastía Han, y oficialmente se abrió el comercio con Occidente en 130 AC, las rutas permanecieron abiertas y en uso hasta 1453 DC, cuando el imperio Otomano boicoteo el comercio con China y lo cerró. 
Es cierto que en esta nueva ruta de la seda, África es presentada a menudo como la pieza maestra del rompe-cabezas chino en términos de materia primas y de proyectos económicos, el Medio Oriente también resulta una pieza clave de la estrategia del país. Después de más de dos décadas de relaciones bilaterales in cresciendo con la mayoría de los países de la región, China parece cada vez más cerca de poder reemplazar la hegemonía de su riva estadounidense en la zona.

Ya nada se hace en este planeta sin que China no tenga su influencia en los asuntos de peso de la geopolítica mundial. Esto se ha visto en la última cumbre sobre el clima (COP21) efectuada en Paris a fines del 2015. Sus relaciones privilegiadas con los países del Medio Oriente han jugado un rol de gran importancia.  La china se planta de ahora en más como uno de los grandes actores de esta región y obliga de esta manera a los Estados Unidos y a los países europeos que le reconozcan ese status.
China y terrorismo 

Está claro que otra de las razones del involucramiento de China en Medio Oriente, es también mandar un mensaje al mundo musulmán chino. Hace ya tiempo que China entró en la era global del terrorismo de masas. Los atentados islámicos en China se han multiplicado en los últimos años, y el sistema político chino, al igual que el estadounidense y el europeo, no ha podido disimular la impotencia y vulnerabilidad del régimen chino frente al nuevo terrorismo global. Entonces la intervención china en siria u otros frentes significa por lo tanto un claro mensaje por parte del gobierno chino, tanto para tranquilizar su población respecto de su voluntad de intervenir en uno de los escenarios más simbólicos de la actualidad en lo que respecta la guerra contra el terrorismo islámico, como a la vez que significa una clara ganancia de experiencia en cuanto a la lucha contra el terrorismo, tanto a nivel de inteligencia como experiencia en el combate.



 
China y su relación con el chiismo y el sunismo

Históricamente China ha sabido mantener buenas relaciones con los países de confesiones shiitas (Irán, Siria, una parte de Irak y minoría del Líbano, Yemen, etc…), más que por una cuestión de afinidad ideológica con éstos, más bien sería por eso de que “los enemigos de mis enemigos son mis amigos", la rivalidad con los Estados Unidos ha sido en ese sentido un vector de alianza histórico entre el bloque shiita y China.  Hay que tener en cuenta que si bien China, ha priorizado en los últimos tiempos sus relaciones con el bloque shiita, esto no quita la creciente red de relaciones que viene tejiendo China con las monarquías petroleras (de confesión religiosa sunita). En la actualidad gran parte de la importación petrolífera de China viene de las monarquías petróliferas, lo mismo sucede con Egipto y con Israel, en donde las relaciones bilaterales se encuentran en permanente aumento. Por esto este proceso de diálogo entre las potencias y Siria resulta para Pekín es de suma importancia, en pos de poder continuar las relaciones internacionales “win-win” con los distintos países de Medio Oriente, más allá de sus confesiones religiosas o sus posicionamientos regionales. 

China en Siria
 Como venimos de mencionar los objetivos geopolíticos de China en Medio Oriente son múltiples y variados. Muchos se han preguntado cuál es el interés de China para implicarse tanto en el tema de Siria, Por un lado, se trata para Pekín de demostrar que la nueva super potencia china representa de ahora en más un actor de dimensión mundial: por eso resulta de suma importancia para el gobierno chino poder mostrarle al mundo su capacidad de poder proyectar sus fuerzas armadas en un conflicto que se sitúe más allá de su típica zona de influencia. El hecho que China haya desplegado en un momento por ejemplo su “hasta ahora” único portavión tiene mucho de simbólico. Por otro lado, con su presencia en Siria, China envía un mensaje claro a Occidente en cuanto a su deseo de emancipar Eurasia del exclusive intervencionismo occidental en esa región. Es importante señalar que ese mensaje también está destinado a los propios actores de Medio Oriente para que tengan en cuenta que de ahora en más, para tratar asuntos geopolíticos de la región, la “opinión” china deberá tenerse en cuenta. Los viajes del presidente chino Xi Jinping a lo largo de sumandato a Arabia Saudita Egipto e Irán reafirma lo anterior, marcándole al mundo la creciente influencia de Pékin en el Medio Oriente a nivel energético, comercial y por supuesto geopolítico.
 
Respecto del conflicto en Siria, no es que China, sea particularmente adepta al régimen sirio de Bashar Al Assad, sino más bien, podemos entrever dos razones fundamentales de su apoyo a este último: una, hacer valer el principio de no injerencia que ha mantenido china desde hace lustros respecto a los asuntos de la política interna de los otros países, y por el otro lado, que no suceda con Siria lo que con Libia,  es decir que se produzca un “basculamiento” sirio a manos de Occidente, ni que tampoco se produzca un caos regional como el significó la “decapitación” del regimen de Muamar El Gadafi. 

Además, de este punto, entran otros dos temas en juego en el conflicto sirio: por un lado, la confesión religiosa, es decir los países sunitas versus los países shiitas y por el otro lado,  la rivalidad regional entre las dos potencias más influyente de la región que son Irán y la Arabia Saudita. 



Damián Jacubovich geopolitólogo
 
Damián Jacubovich analista internacional y geopolitólogo