Geopolítica de la guerra en Yemen


Por Damián Jacubovich, analista internacional y geopolitólogo

Yemen: geopolítica de un conflicto silenciado por Occidente

Resumen

El conflicto de Yemen se inscribe dentro de una región de Medio Oriente en plena etapa de mutación geopolítica. Europa, históricamente omnipresente en la región, hoy se ve sumergida en una crisis política y económica de gran envergadura que la va dejando casi al margen en materia de injerencia regional. La Rusia de Putin en pleno apogeo después de la caída de la U.R.S.S, se consolida como uno de los actores más importantes del ajedrez geopolítico de este vasto territorio. China, después de mucho tiempo, paulatinamente, va dando sus primeros pasos militares en esta área reafirmándose como la nueva potencia mundial que siempre fue. Los Estados Unidos de Donald Trump, parecen haber decidido armonizar sus relaciones con el gigante ruso y dedicarse casi exclusivamente a la jugosa caza del terrorismo internacional, dejando de lado, por ahora, el traje de gendarme regional que históricamente lo había caracterizado. El terrorismo islámico, por otra parte, aprovecha cada vacío de poder en la zona ocasionado ya sea por las desacertadas decisiones de los grandes “amos del mundo”, o bien por las consecuencias de unas primaveras árabes bien iniciadas; pero mal acabadas. Aprovechando, este nuevo escenario y el desgaste tutelar occidental, las potencias regionales como Irán y Arabia Saudita, tratan de afianzar un reposicionamiento en materia de liderazgo en Medio Oriente. Y Yemen, en su laberinto, ve reflejado en su crisis, uno a uno, todos los ingredientes de este dinámico caos.  

La guerra al 2020 ya tiene como saldo más de 100 000 muertos en este país, cuya crisis humanitaria no parece detenerse (pese a que hubo recientemente un intercambio de 1000 prisioneros recientemente entre los dos bandos.) Actualmente, dos tercios de la población depende para su subsistencia de la ayuda humanitaria internacional. 

Yemen es un país bicontinental situado en Oriente Próximo y en África (a través de la isla de Socotra).  Su parte asiática está situada al sur de la península de Arabia, rodeado por el mar Arábigo, el golfo de Adén y el mar Rojo. Comparte fronteras con Omán y Arabia Saudita. Su capital y ciudad más poblada es Saná.

La actual República de Yemen surgió en 1990 tras la unificación de la República Árabe de Yemen (Yemen del Norte) y la República Popular Democrática de Yemen (Yemen del Sur).
El conflicto que padece en la actualidad Yemen se presenta como un conflicto "lejano" para muchos de los seguidores de la geopolítica mundial; no solamente por lo poco que se sabe sobre la historia y localización geográfica de este país, sino y por sobre todas las cosas, por el muro de silencio levantado por la mayoría de los medios occidentales; un conflicto que para numerosos analistas representa un escenario que opone de fondo a las dos grandes potencias que tiene la región de Medio Oriente: Arabia Saudita e Irán.
Arabia Saudita cuenta efectivamente con una fuerte e importante presencia militar en Yemen. Se involucra oficialmente en el conflicto en marzo del 2015 mediante una operación militar llamada "Tormenta Decisiva". De esta manera el gobierno saudí encabeza una coalición al frente de una decena  diez países, en su mayoría estados árabes sunitas aliados de Estados Unidos (1), al cual se le debe sumar según algunos analistas, el apoyo político-militar de Israel y de algunos países de Occidente. Del otro lado, se encuentra Irán, cuna del chiismo en Medio Oriente apoyados por los chiitas de la región (como el Hezbolá libanés) y con a priori, apoyo político militar de Rusia.

Arabia Saudita e Irán que tienen intereses opuestos en Yemen.
El gobierno saudí apuesta por la victoria de las fuerzas (sunitas) leales al actual presidente Mansur al-Hadi quien ha sido expulsado por las fuerzas rebeldes Houtis (chiitas) y ha tenido que refugiarse en Arabia Saudita para luego crear una capital transitoria fuera del control de los rebeldes que ocuparon la capital yemenita.

Es importante señalar que existe una tendencia simplista a reducir este conflicto estrictamente al aspecto religioso. Si bien es cierto que "la cuestión religiosa" representa una parte importante del conflicto en Yemen, de ninguna manera se puede circunscribir toda la problemática a este aspecto. Como veremos más adelante hay varios factores que hacen a la inestabilidad del país.

Los objetivos geopolíticos de Arabia Saudita en este conflicto son muy precisos: recuperar Yemen hacia sus propios intereses y los del bloque occidental (Yemen es entre otras cosas clave en la ruta del petróleo de Medio Oriente hacia Europa), asegurar obviamente la seguridad de su frontera sur con Yemen en dónde las fuerzas rebeldes son mayoría y detienen el control del territorio, detener  así como demostrarle a los países de la región, que pese al acuerdo nuclear entre Occidente e Irán, Arabia Saudita sigue siendo la potencia regional por excelencia

Irán por su lado, se aventura por el triunfo de las fuerzas rebeldes Houtis, quiénes son chiitas y representan aproximadamente el 40% de la población y se declaran hostiles al nuevo gobierno apadrinado por Riad. De esta manera los persas pretenden recuperar un potencial aliado regional en Medio Oriente, disputarle la influencia de este país clave en la ruta del petróleo a Arabia Saudita y finalmente, demostrarle al mundo que Irán está de regreso en el escenario geopolítico regional y que cualquier evento o conflicto geopolítico que suceda en esta parte del mundo, se deberá tener en cuenta la opinión, por no decir los intereses de este otro gigante de Medio Oriente. Además, cabe mencionar que Yemen podría también convertirse en un nuevo mercado para los empresarios iraníes. Yemen posee numerosas ventajas energéticas y agrícolas. Su acceso al Mar Rojo y al Océano Índico, hacen de este país un lugar geo-estratégico importante.

La guerra de Yemen a imagen de lo que acontece en Siria pone de manifiesto esta nueva tendencia que caracteriza la geopolítica militar mundial en el siglo XXI, en donde las potencias mundiales y/o regionales se ven imposibilitadas de enfrentarse directamente por temor del devenir en una tercera guerra nuclear que acabaría con el mundo; y ante esta situación, tienden a enfrentarse a través de conflictos “miniaturizados” como lo son la guerra de Yemen o el conflicto de Siria.

Sin embargo, respecto del conflicto que azota Yemen, y a diferencia de lo que acontece en Siria, es importante de recalcar el dique mediático levantado por parte de los principales medios de comunicación occidentales, silenciando de esta manera lo que para muchos representa una serie de aborrecibles crímenes de lesa humanidad que está cometiendo la coalición encabezada por el régimen saudí en dicho país. A modo de ejemplo, en su primera operación militar importante autorizada por el actual presidente de los Estados Unidos Donald Trump, un raid comando contra Al-Qaida en la provincia de Baida de Yemen, provocó víctimas civiles entre los cuáles niños. Poco es lo que se ha difundido en los principales medios occidentales sobre el fiasco de esta operación que tenía en principio como objetivos operación que tenía en principio obtener información a través la requisa de computadoras de la organización AQPA (Al-Qaida en la Península Arábica), considerada por los americanos como la rama la más peligrosa de este grupo terrorista. En el mismo sentido, poco y nada, es lo que se ha difundido sobre los bombardeos de la coalición en Sana, capital de Yemen, en donde en octubre del 2016, se registraron mínimo 140 muertos civiles y centenares de herido cuando la coalición abrió fuego sobre una ceremonia funeraria .

El caso de Francia en Yemen

En Francia, respecto del conflicto de Yemen 
Como lo hemos dejado entrever, a todo este complejo escenario geopolítico, debemos sumarle la presencia de Al Qaeda y del estado Islámico, cada uno asentado en una región diferente de Yemen. (Cabe mencionar que Yemen es uno de los pocos lugares en donde el Estado Islámico no ha retrocedido militarmente). No se puede dejar de mencionar que, en el caso del conflicto de Yemen, como los otros conflictos de este tipo, la caza al terrorismo internacional permite alimentar la muy golosa industria armamentística, las más rentable del planeta.

Orígenes del conflicto en Yemen

Si uno busca los orígenes del conflicto en Yemen, resulta por cierto difícil poder establecer en qué momento se debe arrancar el relato; debido a que existen numerosos hechos históricos en el pasado, algunos datando del siglo VII (como la ruptura interna dentro del islam que enfrenta a sunitas y chiitas (2)), que son de suma importancia a la hora de entender este conflicto.
Mansur Al-Hadi
En este caso y para no extendernos demasiado, nos remontaremos a las primaveras árabes, a sabiendas, como hemos mencionado, que los orígenes de este conflicto se extienden mucho más atrás en el tiempo.

Ali Abdullah Saleh, fue presidente de la República de Yemen desde el 22 de mayo de 1990 hasta el 25 de febrero de 2012. Este ex presidente es de confesión chiita zaidista (una rama prima hermana del chiismo iraní; pero con ciertas características que la hacen relativamente cercana al sunismo). Más allá de los numerosos defectos y acusaciones que se le pueden atribuir al ex presidente Ali Abdullah Saleh, entre otros haberse mantenido por más de 30 años en el poder (el segundo “presidente” más duradero de los países árabes después de Gadafi), numerosos geopolitólogos le reconocen el haber logrado (al menos) ponerle fin a una incesante cantidad de guerras civil que habían dividido el país. 

Pero decíamos, las llamadas “primaveras árabes eyectan del poder a Ali Abdullah Saleh quién es entonces sucedido en el cargo por su entonces vice presidente Mansur al-Hadi de origen sunita y de buen entendimiento con el bloque occidental.

Ali Abdullah Saleh
Al igual que con la caída de Muamar El Gadafi en Libia, al caer el dictador Saleh, se produce un resquebrajamiento del equilibrio de fuerzas en Yemen y al interior mismo del sistema político yemenita que comienza paulatinamente a desmoronarse. Aparecen entonces diferentes grupos opositores dentro de la nación que tratan de hacerse con el poder; cada uno, pertenecientes a la vez a diversos grupos étnico-religiosos; básicamente y simplificando: sunitas ortodoxos por un lado y los llamados Houtis chiitas por el otro. Estos últimos aprovechando la fragilidad estatal logran apoderarse nada más ni nada menos que de la capital del país y de casi toda región oeste.

Como mencionado anteriormente, los sunitas leales al actual presidente son apoyados por el régimen saudí y aliados y los Houtis apoyados por Irán y aliados, (es importante de subrayar que los Houtis son apoyados por gran parte del ejército nacional yemenita leal aún al ex presidente Saleh, quién por intereses confluentes con los rebeldes se posicionado del lado de los Houtis.
A partir del 2015, comienza una guerra abierta, que aún hoy prosigue, con más de 2 millones de refugiados, innumerables pérdidas civiles y una crisis humanitaria que tiene a más del 50% de la población en situación de vulnerabilidad.



Notas
1) Aviones de cazas y fuerzas terrestres provenientes de Egipto, Marruecos, Jordania, Sudan, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar y Bahréin también han tomado parte de las operaciones.  Yibuti, Eritrea y Somalia ponen a disposición su espacio aéreo, sus aguas territoriales y bases militares a disposición de la coalición. (Somalia finally pledges support to Saudi-led coalition in Yemen – Raxanreeb Online". RBC Radio. 7 April 2015. Retrieved 7 April 2015)


2) La división entre sunismo y chiismo resulta históricamente el fruto de un conflicto de sucesión luego de la muerte del profeta en el año 632 en la ciudad de Medina, actualmente en Arabia Saudita. Los compañeros del profeta eligen a uno de ellos, Abou Bakr, en un conclave según la tradición tribal. Según los chiitas, el poder legítimo recaía en los descendientes directos del profeta, su hija Fátima su yerno Ali. Aislado del poder, este último se convertirá 25 años más tarde en el cuarto califa. Su reino será entonces cuestionado por Mouawiya, un próximo cercano al tercer califa Osman. Ali es asesinado en un episodio confuso. Los chiitas reverencian Ali y sus descendientes (como su hijo Hussein), como los «doce imanes» que sirven de intermediario entre los creyentes y Dios. El islam sunita se ve como la continuidad de los primeros califas del islam.


Bibliografía
BASSAM Tayara, Printemps arabe décodé: Faces cachées des révoltes, ed Kindle, 2011
BLONDEAU Lilette, Yemen, una República en busca de democracia, Ed Lilette Blondeau, 2012
BRANDT Marieke, Tribes and Politics in Yemen: A History of the Houthi Conflict Ed Brandt, 2016
REZA Arslan, Solo hay un Dios. Breve historia de la evolución del islam, Barcelona, Ed Urano, 2015
STEVEN C. Caton, Yemen Chronicle: An Anthropology of War and Mediation, ed Hill and Wang, 2005

Sitios de Internet consultados
- Organización Mundial de la Salud sobre Yemen: http://www.who.int/countries/yem/es/ 
- JIAT: Yemen funeral targeted based on wrong information; Coalition accepts findings". Arab News. 15 October 2016. Retrieved 16 October 2016.)
- "Yemen's Houthi rebel leader laid to rest". Al Jazeera. 6 June 2013. Retrieved 8 February 2015.

Damián Jacubovich
Damián JACUBOVICH: geopolitólogo y analista internacional, especialista en conflictos geopolíticos y
 geoestrategia en América Latina y el mundo.

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